Después del revés sufrido por el PSOE en estas ya pasadas elecciones autonómicas en Galicia y País Vasco, ha llegado la hora de ver las cosas desde otro punto de vista, empezar a reflexionar sobre el que y el cómo, de la política socialista en España. El auge de las reivindicaciones de los partidos nacionalistas y el respaldo que están teniendo en autonomías como Catalunya, Euskadi y Galicia dan un significativo valor a la fuga de votos del PSOE hacia entidades de izquierdas donde el sentimiento nacionalista es más fuerte.
Ha llegado la hora de hablar del estado plurinacional, ese estado que durante años se nos ha ido dejando entrever en la política estatal. Ahora que se esta empezando a discutir el modelo territorial de Catalunya y de España, en general, la opción federalista se debe de explicar y bien. Las negociaciones sobre el grupo parlamentario federal y la representación propia del PSC en el parlamento son imputs que se deben de tener en cuenta. El progresismo, Socialismo y Federalismo estan avanzando a pesar de los obstáculos de la derecha mas recalcitrante y del socialismo mas inmovilista.
Como las normas legislativas, los conceptos y principios de los partidos políticos también se deben actualizar a la par con los marcos sociales. Los partidos no se pueden regir por principios del siglo XVIII, XIX. Esto no quiere decir que se tengan que olvidar los principios, si no que se deben actualizar. Esta actualización debe implicar un relevo generacional que lleve a una regeneración de ideas, de empezar a hacer las cosas de una manera transversal donde las estructuras no sean piramidales y los principios de elección de candidatos sean abiertos y por sistema de primarias. La participación de la ciudadanía es uno de los retos a conseguir. Siguiendo en el camino de la actualización de ideas y de conceptos, se deben de tener en cuenta temas que hasta ahora parecían secundarios a los ojos de los partidos a nivel estatal. Se ha demostrado la importancia que esta alcanzando tener políticas territoriales activas y no dependientes siempre de lo que diga la dirección de Madrid, los partidos tienen que tener a nivel territorial la suficiente capacidad de maniobra para gestionar los intereses de los votantes a los que representan, por que con esos votos son con los que se va al parlamento de Madrid o al congreso a decidir sobre temas que nos afectan, ¿que confianza va a producir en los ciudadanos un partido que vota una cosa en el parlament de Catalunya y lo contrario o diferente en el congreso de los diputados de Madrid? Ya lo podemos vestir como queramos, pero la duda la creamos nosotros mismos.
El mismo Pere Navarro hizo la comparación hace unos días de que los socialistas somos como puentes de negociación y dialogo incluso de unión entre territorios, por eso en las guerras y sin razón, los puentes son lo primero que se destruye. Somos el estorbo para una independencia total y sin proyecto, y también parar la recentralización absoluta que nos devuelve a situaciones preconstitucionales.
En el socialismo del siglo XXI tienen cabida muchas sensibilidades e incluso tendencias. (Tradicionalmente en el socialismo tanto español en referencia al PSOE como en el socialismo catalán referente al PSC siempre ha habido diferentes corrientes. Felipistas, Guerristas…) Estas diferentes tendencias son el reflejo de la sociedad que hay en la actualidad. Siempre se ha dicho que el partido socialista es el que mas se asemeja a la sociedad. Por lo tanto las diferencias que puedan haber en el seno del partido son legitimas y va siendo hora de en vez de separarlas o cortarles las ramas se escuchen, se expliquen, en definitiva se hablen, por que de la unión de todas esas tendencias y corrientes hacen el partido que hoy somos. Las diferencias enriquecen y para mucha gente es significativo que a pesar de los ataques de otros partidos y lobbys mediáticos en Catalunya, tengamos la suerte de tener un partido donde cogen y se acoge a la diversidad de personas y tendencias y se canalicen hacia un proyecto común como es el socialismo, el progresismo y un federalismo que esta empezando a tener respaldos, un federalismo que sea la llave de las políticas en Europa, España y Catalunya.
Este PSC en el que estamos embarcados, donde personas como Pere Navarro y Núria Parlon defienden la existencia de este tipos de diferencias, debe servir de ejemplo de abertura y modernización de los partidos donde el dialogo, el trabajo en común y las relaciones transversales tanto entre los componentes de los partidos y la población en general son clave en nuestros días.
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