dimarts, 25 de gener del 2011

El violento lenguaje de la política conservadora.

Después de haber visto la tragedia de la congresista demócrata de Tucson (Arizona) Gabrielle Gifford, he leído diferentes artículos de la prensa norteamericana sobre la situación política que se da en este país.

La crispación y el odio llevado a las urnas y señalando como culpables y enemigos a los contrincantes político con una violencia y odio extremo.
Esta actitud está extendida en la mayoría de formaciones políticas de derecha, llevan todo a los extremos, incluso en los carteles oficiales de la formación denominada en estados unidos TEA PARTY se ven reflejado los estados y los congresistas a batir literalmente.
Este exceso de violencia verbal incontrolada da como resultado lo que ha pasado en EEUU, un país donde el derecho a la tenencia a las armas está garantizado a todo el mundo y parece ser que los requisitos no son especialmente rigurosos.
Extrapolando el tema a nuestro territorio español, y salvando las diferencias, podemos ver como se acerca la época electoral cuando los políticos del PP sacan sus rifles para la caza del voto. Sus disparos van encaminados siempre en la misma dirección la injerencia en los asuntos de Cataluña el odio hacia esta tierra y los argumentos de siempre la insolidaridad del territorio catalán.
Espero ver algún indicio de solidaridad con el pueblo catalán después de las palabras del Sr. Arenas que se permite el lujo de criticar la inmersión lingüística de la educación en Cataluña.
No vendrá este Sr. A decirme como tengo que hablar en mi casa o en mi tierra.
En fin parece ser que llega la hora de que a Catalunya y a los catalanes nos pongan en el punto de mira de la política popular. Atacar a Catalunya sigue siendo rentable para los extremistas.

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